En medio de una época tecnológica de cambios y refuerzos inmediatos, los mensajes on-line (What’s app) son la nueva forma de interpretar el amor y las relaciones; reforzando, muchas veces, actitudes poco saludables y creando vínculos negativos.

Por eso, en este nuevo post, me gustaría examinar y derribar todos estos protocolos de actuación a la hora de contestar un What’s app; contribuyendo a reducir el bienestar y a establecer relaciones tóxicas.

  • Tips para responder a un What’s app
  • 7 razones por las que no te contesta
  • ¿Cuánto tiempo debes esperar para contestar un mensaje?
  • Multiplica por dos el tiempo de tu repuesta. Si la otra persona tarda 4 minutos en contestar, tú 8.
  • Tres minutos es el tiempo correcto para contestar. No te hace ver como una persona desesperada, pero sigues teniendo su atención.

Estos son algunos ejemplos de artículos que te ofrecen una serie de pautas que te «benefician» socialmente o te convencen de parecer atractivamente no disponible. Incluso hay estudios que investigan cuál es el tiempo óptimo, el contenido del what’s app y tu jerarquía social asociada.

También existen website, como Txtwar, que te ayudan a calcular cuánto tiempo debes esperar para responder a tu nuevo ligue, y así parecer la persona más interesante del universo; además de descubrirte qué perfil tienes en el ámbito “contesto o no”.

Nos pasamos el día inventando planes complejos, estrategias imposibles para resistir contestar sin haber dejado pasar un tiempo concreto. Medimos nuestras palabras con milimétrica precisión y malgastamos largos minutos intentando elegir un emoticono perfecto. Dedicamos tiempo y energía valiosa; para evitar mostrarnos de verdad, por si la otra persona nos interpreta como desesperado o demasiado disponible, cosa que te quita glamour o te hace estar en una situación inferior en el «juego«.

¿Te ha pasado alguna vez? ¿O te has sentido así?

 

Desde muchos sitios, e incluso profesionales del ámbito de la salud, incitan este tipo de estrategias, bajo el nombre de técnicas de seducción. No nos equivoquemos. Son métodos de conquista falsos y tóxicos, que siguen el procedimiento conductual del refuerzo intermitenteHoy te hago caso, mañana ya no. Es decir, es la alternancia entre situaciones agradables y desagradables que pueden causar dependencia emocional y adicción hacia la persona que nos sorprende a veces con su buen comportamiento, pero que otras veces, nos niega su afecto y su atención.

Se enseñan y repiten estos patrones que, muchas veces consiguen los resultados esperados (la conquista), y por tanto, se siguen utilizando, creando egos más grandes, clones de personas irreales, sin empatía, que no entrenan su auténtico potencial socioemocional; utilizando el  miedo a ser real y vulnerable, a mostrar todas las cartas.

No se trabajan las habilidades sociales ni el autoconocimiento; sino que se hace apología al individualismo más extremo, a la desvinculación, al no apego, fomentando luchas de poder, que al final lo único que consiguen son relaciones inseguras, un juego adictivo generador de ansiedad, de deseo intenso (craving) y necesidad por el otro de manera inmediata, como la rata que espera su droga detrás de la palanca.

Debido a estos mensajes que recibimos continuamente, se entiende que alguna vez nos preguntemos si debemos responder rápido o hacernos un poco de rogar. Pero… ¿Realmente debemos darle tantas vueltas? ¿O dedicar tanto tiempo y esfuerzo para contestar un mensaje?

Y tú, ¿qué crees? ¿Consideras útil calcular un tiempo exacto para responder un what’s app? ¿Eres de los que se espera o de los que contesta cuando puede/quiere?

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